Adoptar espiritualmente a un bebé en peligro de ser abortado, consiste en rezar por un bebé durante nueve meses, convirtiéndote así en el papá o en la mamá espiritual de ese pequeño. Puedes rezarla sola, o acompañada del Rosario, o de una misa, o de una visita al Santísimo, o de tres Aves Marías. Como cada persona quiera y pueda. Lo que pedimos es que no se olvide ni un solo día el compromiso de orar por el pequeño adoptado. Tú eliges la fecha de adopción, que es la fecha en la que en algún lugar del mundo ha sido concebido un bebé, y que correrá el riesgo de morir. Le pones el nombre que tú quieras y tu compromiso es cuidarlo con tu oración amorosa durante nueve meses. Muchas personas deciden seguir rezando en forma indefinida por su hijo espiritual, pero eso ya depende de cada persona.
¿Quién puede adoptar? Cualquier persona: hombres, mujeres, niños (con la ayuda de un adulto, si es muy chiquito), jóvenes, matrimonios, parejas de novios, sacerdotes, religiosas, ancianos, es decir, cualquier persona de buena voluntad que quiera asumir esta preciosa responsabilidad en serio. Algunas personas adoptan varios bebés, pero saben que tienen el compromiso de rezar por cada bebé en particular. No tendría sentido nuestra campaña de oración y amor, si no fuera así.
Y además de salvar la vida de un niño en peligro de ser abortado, estamos también salvando a sus papás de caer en la terrible trampa del aborto.
Si deseas Compartir este Apostolado:
Documento -> http://dl.dropbox.com/u/15993589/Accion_Catolica/Adopta.pdf
Individual -> http://dl.dropbox.com/u/15993589/Accion_Catolica/Adopta2.pdf